EL CLAN Y LAS GENS
LAS GENS: La palabra “gens” de origen latino
significa familia. De mismo origen son: gen, gente, generación o genética.
La “gens” es una institución que en la
Antigua Roma precedió al Estado y contribuyó a formarlo. Cada “gens” estaba
integrada por personas que decían descender de un antepasado mítico en común, que
le daba nombre a la “gens” (el “nomen gentilicium”) y estaban sometidas a la
“potestas” (poder) de un líder, que pronto lo adquirió el varón más aciano del
grupo, “el pater”. Cada “gens” era una unidad política, económica, militar y
religiosa. Cada “gens” tenía un territorio propio integrado por las viviendas
de sus miembros, y los predios que cultivaban o hacían pastar a su ganado.
Tenían sus propios dioses, un culto y ritos funerarios comunes.
Cicerón enumeraba las siguientes
características propias de las gens:
1. Sus
miembros son ingenuos (siempre han sido personas libres)
2. Ninguno
de sus ascendientes fue esclavo
3. No
sufrieron ninguna “capitis deminutio” (nunca perdieron ni el estado de
libertad, ni el de ciudadanía ni dejaron de pertenecer a su familia).
Entre los miembros de la “gens” nacía un
vínculo jurídico de gentilidad, que les otorgaba según la Ley de las XII
Tablas, derechos sucesorios, en la herencia “ab intestato” (sucesión legítima,
a falta de testamento) si no había herederos directos o agnados (parientes por
vía masculina) próximos en grado. De entre ellos, a falta de agnados próximos
se elegía el tutor, si éste no había sido designado por el “pater” en su
testamento.
Al principio solo estaba constituida por
patricios, pero luego fueron incorporados los plebeyos como clientes, y más
tarde al permitirse el casamiento entre patricios y plebeyos, pasaron éstos a
formar parte de ellas. La “gens” como institución perdió vigencia a comienzos
de la época imperial.
EL CLAN: Es un término que procede del
gaélico clann (“descendencia”) que, a su vez, tiene su origen en el latín
planta (“planta”, “brote”). La noción se utiliza para nombrar al grupo que
exhibe una tendencia exclusivista y cuyos integrantes están unidos por fuertes
vínculos (muchas veces de familiaridad).
El clan, por lo tanto, implica un grupo de
personas unidas por un cierto parentesco o ascendencia. Lo importante es la
percepción que comparten de ser descendientes de un ancestro común, aún cuando
ese ancestro sea real o mitológico. Pese a que el linaje verdadero se
desconozca, los miembros del clan reconocen a un cierto fundador que representa
la unidad de todos.
El parentesco compartido dentro de un clan,
pues, excede a las relaciones biológicas y puede suponer desde el matrimonio
hasta la adopción pasando por un lazo genealógico ficticio.
Es muy frecuente que dentro del ámbito
coloquial se haga uso del término clan para referirse a determinadas familias y
a sus miembros. Un claro ejemplo de ello es el siguiente: “Alba es la última
artista del clan de los Flores que está dispuesta a seguir los pasos de su
abuela Lola Flores, su padre Antonio o su tía Rosario”.
La idea original de clan está relacionada con
los subgrupos de las tribus. Los integrantes de estos clanes históricos
compartían las mismas condiciones de vida y se sentían vinculados entre sí por
una fuerte solidaridad. Por eso los clanes eran grupos de guerreros de temer,
ya que cada integrante estaba dispuesto a dar la vida por el otro en el campo
de batalla.