LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LAS REVOLUCIONES

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Lugar aparte en el plano de los agentes propiciadores del cambio social lo constituyen, en nuestro tiempo, los movimientos sociales. En las sociedades modernas ha existido una amplia variedad de movimientos sociales, unos persistentes y otros transitorios.

Un movimiento social puede definirse como un intento colectivo de luchar por un interés común o de garantizar que se alcanza un objetivo compartido, mediante una acción conjunta, que tiene lugar al margen de la esfera de las instituciones establecidas.

Algunos movimientos sociales son muy reducidos, quizás componiéndose tan solo por unas docenas de miembros; otros pueden incluir a miles o incluso millones de personas. Los hay que llevan a cabo sus actividades respetando las leyes de la sociedad en la que existen, mientras que otros operan de forma ilegal o clandestina.

La línea de separación entre los movimientos sociales y las organizaciones formales se difumina a veces, porque los movimientos bien establecidos adoptan generalmente características burocráticas. Es menos habitual, sin embargo, que una organización se convierta en un movimiento social, como es el caso, por ejemplo, de un partido político al que se ilegaliza y se obliga, por ello, a pasar a la clandestinidad y quizá a convertirse en un movimiento guerrillero.

Algunos movimientos sociales han llegado a deparar el tipo de cambio social más importante que se puede dar: el que llevan consigo las revoluciones. De ellas nos ocuparemos en el siguiente apartado.

LAS  REVOLUCIONES
La revolución es una forma de guerra -específicamente, de guerra civil- cuyos resultados difieren con mucho de los producidos por otros modos de conflictos sociales impulsores de cambios en las sociedades.

La revolución puede definirse como aquél proceso social de cambio intenso y rápido, que entraña una insurrección armada inicial, y que produce mudanzas sustanciales en la estructura y la cultura de la sociedad que la presencia.

De cuantos disturbios sociales existen, solamente aquellos que provocan cambios drásticos en las relaciones de poder, jerarquía, ideología dominante y otros rasgos de semejante alcance pueden recibir el nombre estricto de revoluciones.

Las revoluciones son fenómenos “totales” que no dejan ninguna zona de la sociedad fuera de su alcance. La mudanza social viene acompañada de transformaciones en los valores, las leyes, la religión, el poder y la técnica, si bien la nueva sociedad no difiere de un modo absoluto de aquella que la vio nacer.

Además de ser fenómenos totales, las revoluciones son, claro está, características de su propia época histórica.

Las revoluciones en la época moderna tienen lugar cuando concurre un número específico de circunstancias. Si solamente se produce una o varias de ellas diremos que la situación es, a lo sumo, cuasi revolucionaria, lo cual puede llegar a acarrear una grado notable de disturbios y alteraciones, pero no un cambio revolucionario. Para que ocurra una revolución es menester que estén presentes los siguientes factores:

Antagonismo intenso de clases.
Frustración de las expectativas económicas crecientes.
Frustración de las expectativas crecientes de poder y status.
Incapacidad de las clases dominantes.
Una fracción de las clases dominantes se une al enemigo.
La hostilidad de la comunidad intelectual.
Existencia de mitos revolucionarios.
Dualidad de poder.
Existencia de elites y partidos que lleven a cabo movilizaciones sociales.
Una situación internacional favorable.

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